lunes, 12 de marzo de 2018

Reseña: Alguien voló sobre el nido del cuco de Ken Kesey

Información 

Titulo Original: One Flew Over the Cuckoo's Nest (Alguien voló sobre el nido del cuco)
Autor: Ken Kesey
Editorial: Anagrama
Género: Narrativa extranjera.
Cubierta: Tapa Blanda
ISBN: 9788433972606
Páginas: 288


Sinopsis

Randle McMurphy se finge loco para escapar a los rigores de la cárcel, es destinado a la sala del hospital psiquiátrico que dirige Ratched, la sádica Gran Enfermera. McMurphy, vital, generoso, amoral y rebelde, librará una guerra contra la Gran Enfermera. Las batallas serán divertidas y cruentas; algunos internos perderán en ellas la vida, y otros descubrirán los encantos del sexo, la bebida, la libertad y la rebelión permanentes


Opinión 

Ken Kesey trabajó como celador en una institución mental americana siendo joven, por lo que fue testigo de lo que allí se hacía con los enfermos pero también decidió ofrecerse como cobaya humana para probar lo que hoy conocemos como LSD. El Gobierno estadounidense creó en los años 50 un programa de voluntarios que experimentaran los efectos de esta nueva droga.
Pasaría el tiempo y Kesey se convertiría en uno de los iconos del movimiento hippie más importantes, pero antes, con tan sólo 27 años, decidió compartir lo que vio, quedando así su experiencia y opinión plasmadas en una gran novela a la que tituló One flew over the Cuckoo's nest.

"¡Otro para el nido del cuco!" gritaban los celadores cada vez que un nuevo paciente ingresaba en la institución. Así nació el título, el cual el lector no comprende en un primer momento pero una vez que lees la obra completa eres testigo de lo terriblemente revelador que es.



Desde la perspectiva de Bromden, un indio nativo estadounidense, entramos en un manicomio de los años 50, escenario de las prácticas abusivas por parte del personal hacia los pacientes. Pero la denuncia que se plantea en sus páginas va más allá, plasma una crítica a la represión y el firme control del poder político y social sobre un individuo al que se le empuja sin descanso hacia la alienación, o ya que estamos, hacia el "vegetalismo" (Dícese del acto de ser vegetal).

Las camisas de fuerza, las lobotomías, los electroshocks, pero también el abuso de poder en las situaciones más cotidianas, el afán de aniquilar al máximo la seguridad y la autoconfianza de los pacientes. Ken Kesey nos presenta las armas que destruyen el alma de las personas y supo cómo contárnoslo. Lo presentó como algo real, una denuncia de lo que estaba ocurriendo, de cómo los regímenes dictatoriales están siempre ahí para tener su dominio hasta en las sociedades más pequeñas: un pequeño hospital psiquiátrico del estado de Oregón.

"Comenzó suavemente y fue adquiriendo cada vez más fuerza, mientras los hombres se iban creciendo y creciendo. Yo los observaba, metido entre ellos, riendo con ellos [...] iban esparciendo sus carcajadas tintineantes en círculos cada vez más amplios sobre las aguas, más y más amplios, hasta que la risa rompió contra las playas de toda la costa, contra las playas de todas las costas, oleada, tras oleada, tras oleada." 

Como se puede ver, era imposible que la novela no tuviera grandes cantidades de carga política. Las detectas en la prosa del autor, en la mezcla de fantasía y realidad que recuerda a veces a la visión de un poeta drogado, en la niebla de la sala, el tic tac de las paredes, la hinchazón de las caretas; metáforas de la vulnerabilidad, el miedo y la anulación de la persona como tal.



Y de repente, Randle McMurphy, criminal e ingenuamente héroe, de pelo y mirada embravecidos, que representa la rebelión y la protesta, irrumpe en esta atmósfera de locura adormilada. Sin embargo tendrá su antagonista, como es lógico,la enfermera jefe ("La Gran enfermera"), que viene a encarnar la crueldad y la condición humana.


Se pondrá en marcha una cuenta atrás donde la lucha de poder nos hará presentir un trágico y amargo final que finalmente resultará ser agridulce. El mensaje quedará en el aire: No te dejes pisotear ni anular, rebélate, vuela. Vuela sobre el nido del cuco.

"Luego --mientras seguía parloteando--, las luces traseras de un coche que pasaba iluminaron su rostro y en el parabrisas se reflejó una expresión que sólo había podido ver la luz porque él suponía que ninguno de los que íbamos en el coche la vería en la oscuridad, una expresión terriblemente fatigada y tensa y enloquecida, como si apenas le quedara tiempo para algo que tenía que hacer... Mientras su reposada, amable voz iba haciendo don de su vida para que pudiéramos hacerla nuestra, un jovial pasado lleno de diversiones infantiles, compañeros de juerga, adorables mujeres y peleas de bar por mezquinos honores... para que todos pudiéramos soñarlo como nuestro." 


La obra de Kesey, producida por Michael Douglas, fue llevada a la gran pantalla por Laurence Hauben y Bo Goldman, consiguiendo alzarse en 1976 con el Óscar a la mejor adaptación cinematográfica.

A pesar de su éxito en taquilla y de haberse convertido en un clásico sobre la enfermos mentales, la crítica del sistema psiquiátrico norteamericano no alcanzó la intensidad mostrada en otras películas como por ejemplo "Corredor sin retorno" (Samuel Fuller, 1963).


Calificación


3 comentarios:

  1. Jo, lo tengo super pendiente. Ni libro ni película.
    Lo anoto ahora mismo.
    Gracias y un beso.

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  2. Aunque me cuesta creerlo (porque de hecho es una de mis películas favoritas), seguro que el libro está hasta mejor. No conocía estos datos del autor, desde luego me han parecido de lo más interesantes. El tema que plantea es tan potente que da para bastante debate, estoy convencido de que el libro me gustaría. Excelente reseña.

    Un abrazo, feliz finde ;)

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  3. No he visto ni la película pero desde luego el título es muy conocido. Creo que lo mismo me animo primero con la versión al cine. Besos

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