jueves, 2 de julio de 2015

Un genuino libro en blanco

Si nuestra vida fuera un libro podríamos dividirla en numerosos capítulos. Si fuera así, habría capítulos para recordar y otros que quizás nos gustaría arrancar o que simplemente desearíamos que no se hubieran escrito. 

En cada etapa de nuestra vida hay cambios que generalmente están marcados por grandes sucesos. Momentos que marcan un punto de incisión entre el día de hoy y el de mañana. El día en el que te marchas de casa dispuesto a cumplir un sueño, el día en el que te gradúas, el día en el que te enamoras... Y todo cambia en cuestión de segundos.


Los mejores cambios llegan en pequeños momentos, cuando nos paramos y vemos quiénes somos. Cada vez que echamos la vista atrás y observamos lo lejos que hemos llegado, también vemos aún lo lejos que podemos llegar. Para poder cambiar completamente, puede que necesitemos liberarnos de todo a lo que nos aferramos y nos impide seguir adelante. Enfrentar a nuestros miedos día a día y avanzar para sí conducirnos por un nuevo camino. El correcto. 

Si un día despiertas y te das cuenta de que la persona en la que te has convertido no es la persona que quieres ser... Siempre puedes volver atrás e intentarlo de nuevo, reescribiendo un nuevo capítulo.